Jue. Abr 25th, 2024

Te bajas del coche y mientras te alejas de él recuerdas que dejaste la llave dentro, das media vuelta y al acercarte escucha ese “bip” que indica que se han bloqueado las puertas.

No, no hablaremos de este dolor, pues los especializados en tratarlo son los cerrajeros profesionales. Hablaremos del dolor que interesa a los doctores en medicina.

Hay dos amplias categorías bien conocidas de dolor: el de tipo sensorial, común (el dolor que produce el daño), y la clase algo más exótica que proviene del daño al sistema que reporta e interpreta el daño, el sistema nervioso.

El primer tipo, llamado nociceptivo, surge de varios tipos de problemas en los tejidos, reportados al cerebro por el sistema nervioso. El dolor nociceptivo generalmente cambia con el movimiento, la posición y la carga sobre el sitio afectado.

Este es el tipo de dolor con el que todos están más familiarizados; desde picaduras de abejas y quemaduras hasta lesiones por esfuerzo repetitivo, tumores y artritis inflamatoria.

El dolor neuropático surge del daño al sistema nervioso mismo, central o periférico, ya sea por enfermedad, lesión o pellizco. Esto va desde pequeños golpes en los nervios del codo, hasta enfermedades autoinmunes que dañan a las neuronas.

Esta clase de dolor es del que hablamos cuando los amputados comienzan a sentir las extremidades que ya no poseen (extremidades fantasma). Esta clase de dolor es la que más probablemente cause un dolor crónico pues los nervios no suelen sanar bien.

¿Pero qué clase dolor es la migraña? Aún hoy en día es difícil de clasificar, aunque algunos expertos lo consideran una categoría aparte, paralela al dolor nociceptivo y neuropático, pero probablemente sólo sea una neuropatía compleja.

Obviamente, estos tipos de dolor pueden solaparse. Algunos problemas médicos, como las lesiones, pueden afectar tanto a los nervios como a otros tejidos, causando ambos tipos de dolor.

Aún con esto, si usted observa una lista de condiciones médicas dolorosas, prácticamente todas ellas encajan en una categoría u otra. El solapamiento es en realidad mínimo.

Independientemente del tipo de dolor, todo está bajo el control total de nuestros cerebros, y nuestros cerebros tienen prioridades complicadas y conflictivas que solemos olvidar.

Como resultado el dolor es una suposición un tanto paranoica (y por tanto exagerada) del peligro que realmente corremos. Y esto es cuando todo está funcionando apropiadamente.

Cuando el sistema nervioso está dañado (dolor neuropático) entonces el cerebro está recibiendo información errónea y el dolor se vuelve más complejo.

¿Pero qué ocurre cuando es el propio sistema nervioso el que funciona mal? Quizás es necesario crear una nueva categoría de dolor. Lo llamaremos simplemente “otro”.

Algunos tipos comunes de dolor no son adecuados para ninguna de las dos categorías oficiales. El ejemplo canónico es el dolor de la fibromialgia. Otros ejemplos importantes:

  • Dolor lumbar crónico inespecífico

  • Síndrome del intestino irritable y otros trastornos de dolor visceral funcional

  • Algunos tipos de osteoartritis

La fibromialgia es probablemente una disfunción del sistema del dolor, una falla multi-sistema mal comprendida que causa dolor corporal generalizado, pero no se trata de un daño al sistema nervioso, sino de una disfunción.

¿Quizás hay lesiones desconocidas? Tal vez algún día sabremos que la fibromialgia es causada por algún tipo de daño sutil al sistema nervioso.

Hay por lo menos dos teorías sobre lesiones sutiles de este tipo. Descubrir este hecho la convertiría en otra neuropatía después de todo.

Pero por ahora es aún más verosímil que se trate de una disfunción, derivada de problemas generalizados, y nunca se descubrirá un punto de falla claro. Pero quién sabe. La ciencia aún no termina de entender la fibromialgia.

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